
Las puertas automáticas forman parte del día a día en hogares, comunidades de vecinos, comercios e industrias. Sin embargo, muchas veces olvidamos que, además de facilitar el acceso, son máquinas que requieren mantenimiento periódico, revisión técnica y responsabilidad legal por parte de sus propietarios.
En este artículo te explicamos cada cuánto debes revisar tu puerta automática, cómo detectar si algo no va bien, qué debe incluir una revisión profesional y por qué no deberías intentar hacerla tú mismo.
¿Cada cuánto tiempo se debe revisar una puerta automática?
La frecuencia de revisión depende principalmente del uso y del entorno donde esté instalada la puerta:
- 🏠 Uso residencial (puerta privada de garaje)
Se recomienda una revisión cada 6 a 12 meses, dependiendo del número de aperturas diarias. - 🏢 Comunidades de vecinos
En este caso, el uso compartido intensivo hace obligatorio contar con un contrato de mantenimiento. Lo habitual es realizar una revisión cada 3 o 6 meses. - 🏭 Entornos industriales o comerciales
Si la puerta se usa varias veces al día (como en almacenes, supermercados o zonas logísticas), se aconsejan revisiones trimestrales o incluso mensuales.
Estas revisiones no son solo una recomendación técnica: en muchos casos son una obligación legal. Además, si ocurre un accidente y no puedes acreditar un mantenimiento adecuado, como propietario podrías ser responsable civil o penalmente.
5 señales de que tu puerta automática necesita revisión urgente
Aunque tengas programado un mantenimiento, hay situaciones en las que no debes esperar. Presta atención a estos síntomas:
- Ruidos extraños o chirridos
Golpeteos, zumbidos o vibraciones pueden indicar un fallo mecánico o eléctrico. - La puerta se mueve con dificultad o se detiene
Si ves tirones, lentitud o interrupciones en el movimiento, es hora de revisarla. - Falla el sistema de seguridad
Si la puerta no se detiene ante un obstáculo, el sistema anti-aplastamiento o los sensores podrían estar averiados. - Mandos que funcionan mal o solo a veces
Puede haber fallos eléctricos, interferencias o problemas de programación. - Daños visibles, piezas sueltas o desgaste
Cualquier parte rota, floja o desalineada supone un riesgo de accidente.
Ignorar estas señales puede acabar en una avería grave, un accidente o incluso una sanción si la puerta no cumple con los requisitos legales.
¿Qué incluye un buen servicio de mantenimiento?
Un servicio de mantenimiento profesional va mucho más allá de engrasar la puerta. Incluye una revisión técnica completa para comprobar que el sistema funciona correctamente y cumple la normativa:
- Revisión de sensores, fotocélulas y elementos de seguridad
- Control de la fuerza de cierre, velocidad y sistema anti-aplastamiento
- Comprobación del cuadro de maniobra, cableado y funcionamiento eléctrico
- Inspección de estructuras, guías, cadenas, poleas y brazos
- Ensayo de aperturas de emergencia y paradas de seguridad
- Limpieza, engrase y ajuste de componentes mecánicos
- Verificación de la documentación técnica y el Marcado CE
- Informe técnico de la revisión, con indicación de estado y posibles recomendaciones
Este informe es esencial para demostrar que la puerta ha sido correctamente mantenida, especialmente en caso de inspección o accidente.
¿Puedo hacer el mantenimiento yo mismo de una puerta automática?
Es una pregunta habitual, pero la respuesta es clara: NO
Aunque puedes hacer algunas comprobaciones básicas (como limpiar sensores o comprobar que no haya obstáculos), la revisión y mantenimiento deben ser realizados por una empresa especializada y técnicamente competente, con personal cualificado y conocimiento de la normativa aplicable.
Manipular por tu cuenta los sistemas eléctricos, de seguridad o automatismos puede:
- Provocar averías graves o desajustes
- Invalidad garantías del fabricante
- Generar situaciones de peligro
- Hacerte responsable legal en caso de accidente
- Invalidar el Marcado CE
La normativa europea de seguridad de máquinas exige que este tipo de equipos sean mantenidos conforme a requisitos técnicos y por profesionales acreditados.
Conclusión: mantener tu puerta es una obligación, no una opción
Una puerta automática sin revisión periódica no solo es una puerta menos fiable, sino también una posible fuente de accidentes o problemas legales. Como propietario, es tu responsabilidad garantizar que está en condiciones seguras de uso, y eso solo se logra con un mantenimiento profesional y regular.
📌 Si aún no tienes contratada una revisión periódica para tu puerta automática, este es el momento de actuar. Contacta con una empresa acreditada y protege tu inversión, tu seguridad y la de quienes la usan a diario.